El hallazgo de estos peligrosos elementos se dio cuando una fuente humana avisó a los funcionarios de las Seccionales de Investigación Criminal e Inteligencia de la Policía sobre la existencia de estas dos motocicletas las cuales en su chasis y otras partes les fueron ubicados los explosivos al parecer por guerrilleros del Eln con el fin de accionarlos mediante llamadas al paso de la fuerza pública. Desplegando las correspondientes medidas de seguridad, técnicos antiexplosivos llegaron al sitio donde estaban los automotores para acordonar la zona y proceder a la desactivación de las cargas explosivas las cuales contaban con un sistema de activación eléctrico y vía celular. La existencia de estos peligrosos elementos fue corroborada por el olfato de un canino antiexplosivo. Tras varios minutos de rigurosas labores técnicas, fueron retirados cuatro kilos de pentolita y la metralla para contrarrestar por completo el poder destructivo de estos explosivos. Gracias a este procedimiento, se salvaguardó la integridad de los uniformados de la Policía Nacional y el Ejército que brindan seguridad a la población civil del occidente del Cauca y además se protegió la estructura estatal (puentes y carreteras) ya que al parecer la intención de los delincuentes era causar daño a vías o edificaciones públicas del municipio de El Tambo.