Cerca a Tumaco se encontró un astillero donde se construía un semisumergible

Este modelo de barco alcanza un costo aproximado de 1.5 millones de dólares.
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La Policía Nacional en coordinación con el Batallón de Infantería No 40 Guarda Costas de la Armada Nacional, continúan asestando contundentes golpes contra las organizaciones narcotraficantes en esta región del país, es así que en las últimas horas la información suministrada a la Línea 167 denunciar paga, permitió llegar hasta una zona rural del municipio nariñense donde se encontró lo que sería una fabrica para producir estas embarcaciones.

La Estrategia Integral contra el narcotráfico, permitió en las últimas horas dar inicio a una importante operación que los condujo hasta la vereda el Chontal en una zona de difícil acceso, la información administrada por los investigadores de la Policía precisaba de movimientos de embarcaciones pequeñas llevando maquinaria y abundantes canecas con disolventes y pinturas por el rio Mira, en una primera operación de asalto los uniformados sobrevolaron la zona para desembarcar a los comandos Jungla hasta el punto señalado en la coordenada, el mal tiempo reinante en la región y la presencia de “Los de Guacho” impedía el desarrollo de la operación.

Las comunicaciones eran precisas y coordinadas, a primera luz del día se desplegó la operación aun cuando el sol apenas salía, los uniformados al mismo tiempo embarcaban en los helicópteros y en las lanchas para desplazarse con rapidez al lugar.

Desde el aire no se podía ver con claridad el objetivo, a la llegada las aeronaves fueron recibidas con disparos que provenían de diferentes lugares en la espesa vegetación, solo una rápida maniobra permitió el desembarque en soga rápida de los autoridades en una patrulla mixta con fuerzas especiales de la Armada Nacional, al mismo tiempo por el rio Mira se desplazaba otro componente de uniformados en una lancha “Nodriza” usada por los Guarda Costas para llegar al lugar y contrarrestar el ataque.

Una vez en tierra, se asegura la zona para evitar un ataque a las tropas, después de caminar por varios minutos se llega hasta una estructura rustica y construida con madera, tejas de zinc y plástico, como si se camuflara en la vegetación, los dueños de este taller habían llenado los techos con corteza de los árboles y hojas secas para evitar así que las aeronaves desde el aire los descubrieran.

Allí se encontró lo que sería un astillero muy cerca de un afluente del rio, empotrado con gruesos troncos la embarcación de diez metros de eslora estaba casi terminada, solo faltaban los acabados y retoques de impermeabilización que se aplica con una resina.

La estructura de la embarcación correspondía a un semisumergible de color azul cielo, tenía una cabina con capacidad para llevar a cuatro personas, dos serían los maquinistas que operan el motor y controlan los niveles de agua para evitar ser detectados en turnos de 12 horas, otro seria el mecánico y el ultimo es (la garantía) como se le llama a la persona de la organización narcotraficante que viaja junto a ellos para asegurar que la droga llega completa a su destino.

Se tenía conocimiento por parte de los investigadores que esta embarcación había sido financiada con dineros del cartel de Sinaloa, con el único fin de agilizar la fabricación para posteriormente llenarla con clorhidrato de cocaína en un afán por sacar alcaloides del país.

El semisumergible contaba una bodega para almacenar más de siete toneladas de cocaína que eran a su vez haladas por un potente motor cummins diesel.

En el mismo sitio se encontró gran cantidad de víveres como carne deshidratada, frutas, conservas, enlatados y muchas bebidas hidratantes, también abundante material para la fabricación como herramientas, 375 galones de resina, combustible, y un pequeño alojamiento con toldillos donde descansaban los trabajadores de este astillero, las condiciones precarias y el inclemente clima de la región exigía que esta embarcación estuviera lista en poco tiempo según precisó un investigador.