La Policía Metropolitana Santiago de Cali desmanteló dos desguazaderos de vehículos hurtados en las Comunas 8 y 16 de la capital vallecaucana, con la capacidad de desarmar al menos 20 automotores mensuales. En los operativos resultaron capturadas dos mujeres y recuperados 3 vehículos, reportados como hurtados.

Placas de identificación esparcidas por todo el lugar y una habitación llena de autopartes de vehículos hurtados fueron las primeras imágenes que vieron las unidades del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes en una vivienda del barrio Simón Bolívar, hasta donde llegaron para localizar un automotor que había sido hurtado 24 horas antes en el sur de la ciudad.

Gracias a la rápida acción de los uniformados se logró la captura de dos mujeres (madre e hija) cuando desguazaban este vehículo hurtado, del cual se hallaron en el lugar todas las partes. Cabe resaltar que estas personas convivían con las autopartes hasta en las habitaciones.

Otro de los operativos se llevó a cabo en el barrio Morichal de Comfandi por parte de unidades de la Seccional de Investigación Judicial, quienes llevaron a cabo una diligencia de allanamiento en una bodega utilizada para la receptación y posterior desguace de los vehículos hurtados.

Llegar al interior de esta bodega solo era posible a través de una reducida entrada oculta detrás de unas escaleras, toda vez que la fachada estaba cubierta por madera y desechos plásticos como distracción para ocultar lo que realmente pasaba en el lugar.

En la bodega fueron descubiertos dos vehículos hurtados, herramientas especializadas para desarmar los vehículos y más de 300 autopartes que, al parecer, iban a ser comercializadas para la reparación de vehículos de transporte informal. En este caso, se adelantan operativos para lograr la captura de una persona conocida en el mundo delincuencial como ‘Leo’, un hombre de ciudadanía extranjera, principal dinamizador de esta conducta delincuencial en diferentes comunas de Cali.

La ofensiva, enmarcada en el plan ‘Cazador’, busca contrarrestar la cadena delincuencial que se origina desde el momento del hurto, pasando a la receptación, al desguace y el comercio ilegal de autopartes que les puede representar ingresos criminales superiores a los 10 millones de pesos por vehículo.