Nuestros compañeros en Vaupés, aprendieron ‘tukano’ para compartir y hacer reír a indígenas

En medio de un aguacero de selva, un grupo de 30 uniformados arribó hasta un resguardo indígena para alegrarles la vida a 240 niños.
  • Actividades comunitarias en comunidades indígenas de Vaupés

Cuentan las leyendas que en tiempos milenarios los indígenas tukano arribaron a las selvas del Vaupés en el lomo de una culebra anaconda convertida en canoa, que se abría paso por el gran rio. En algo parecido se montaron hace poco 30 policías, para intentar llegar hasta las malocas del gran resguardo. El cielo encapotado y los torrenciales aguaceros de la manigua amenazaban con cancelar la travesía, pero los uniformados desafiaron la furia de la naturaleza y se internaron en el monte.

 Su misión, visitar a la comunidad indígena tukano, en especial a 240 niños y compartir con ellos una jornada, no solo de acercamiento institucional, sino de sano esparcimiento. Los policías que llevaban la misión de robarles algunas sonrisas a los pequeños, iban caracterizados de alegres y coloridos payasos. El show comenzó y brotaron las carcajadas con las primeras monerías de los amigables forasteros. Pero la sorpresa fue mayor cuando abrieron sus bocas para hablar en lengua tukano, el cual practicaron durante meses con el único propósito de hacerse entender y demostrarles a los indígenas que ellos y sus costumbres ancestrales son un tesoro invaluable para Colombia y la humidad y que su Policía Nacional está dispuesta a contribuir y a preservar.

La alegría se apoderó de la selva cuando los policías montaron, uno a uno, a los niños en un inflable, experiencia nunca antes vivida en esa tierra verde, bañada por caudalosos ríos y hogar de serpientes. Luego hubo tiempo para otros juegos didácticos, para compartir un refrigerio y para destapar regalos y encontrar un poco de ropa, un juguete. A la par, los profesionales de la salud les prestaron asistencia médica y les entregaron suplementos nutricionales. A su regreso a Mitú, la Policía continuó golpeando las puertas de la Secretaría de Salud Departamental, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y las empresas privadas, para trabajar unidos por estos hijos de la selva. Días después, lejos de ahí, en las llanuras del Arauca, otro grupo de policías llegó hasta el corregimiento Cañas Bravas para atender a un grupo de indígenas en similares condiciones de vida. Desde pintucaritas hasta camisetas alegóricas a la Selección Colombia de Fútbol y muchos refrigerios hicieron parte de la gran jornada.