Distrito Capital, Bogotá
Miércoles, 11 de Julio de 2018
Se hacían pasar como vendedores informales y lustrabotas para evitar llamar la atención de la Policía.
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Los seguimientos y horas de grabación durante nueve meses por parte de los investigadores de la SIJIN de la Policía de Bogotá, pusieron en evidencia el accionar delictivo de las 22 personas que conformaban la estructura delincuencial ´los pachos´, dedicados a la distribución de estupefacientes en las localidades de Santa Fe y Candelaria, específicamente en los alrededores de la Plaza de La Mariposa y Paloquemao.

Con el apoyo de 20 hombres del Comando en Operaciones Especiales y Antiterrorismo (COPES), la SIJIN desplegó el operativo en los barrios San Bernardo, La Estanzuela y en la localidad de Usme, adelantando 25 allanamientos, donde fueron identificados, ubicados y capturados cada uno de los sujetos.

´William’, ‘pablo’ y ‘bartel’ eran los tres sujetos que lideraban el negocio ilegal, junto con sus compañeros, entre ellos siete mujeres, aprovechaban las ventas informales y otras actividades como la de lustrar zapatos, para tratar de pasar desapercibidos en los controles de la Policía y de esta manera, poder ocultar las dosis al interior de los carritos o las chazas.

Además, utilizaban menores de edad, para poder trasladar la droga de una zona a otra sin que los descubrieran, incluso alias ‘william’, quien tiene antecedentes por hurto y abuso sexual, utilizaba a su propia hija de 17 años de edad, para que distribuyera los alucinógenos y recibiera el dinero.

Las pruebas que recopiló la Policía Nacional, fueron suficientes para establecer que los integrantes de ‘los pachos’, eran responsables de generar otros focos de inseguridad, como los hurtos, que se estaban presentando en la zona, pues atraían a personas en condición de habitantes de calle y consumidores para que pernotaran en sitios aledaños a estas dos localidades.

En la investigación se pudo determinar que la estructura delincuencial obtenía aproximadamente 2 millones de pesos diarios en la comercialización de dosis de marihuana y bazuco.

Durante la audiencia, la Fiscalía les imputó los delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes, concierto para delinquir y uso de menores de edad. Un Juez los cobijó con medida de aseguramiento en un centro carcelario.

Con la desarticulación de esta estructura, la Policía de Bogotá reitera su compromiso por recuperar la tranquilidad en el centro de la ciudad, principalmente en la zona de comercio, a donde llegan centenares de personas, no solo de Bogotá, sino de todo el país.