En la etapa escolar, los niños, niñas y adolescentes salen de casa para integrarse a la vida social, por lo que es indispensable el aprendizaje y adquisición de hábitos alimenticios, ya que aportan nutrientes para el crecimiento, la salud el desarrollo del cerebro y el rendimiento escolar, indica el Fondo de las Naciones Unidad para la Infancia – UNICEF.

Es importante en esta edad consumir más agua, verduras, legumbres, frutas, semillas y pescado, y menos sal, azúcar, embutidos, gaseosas y productos ultraprocesados.

Aunque es muy habitual el consumo de alimentos de paquetes, comidas rápidas y bebidas azucaradas en las loncheras tradicionales, estos alimentos no aportan las cantidades necesarias de nutrientes, tienen un alto contenido de sodio, grasas saturadas. Los padres deben orientar a niñas y niños a que reconozcan los alimentos saludables y cuáles representan un riesgo para la salud, a través de la lectura de etiquetas nutricionales, menciona el Instituto Colombiano del Bienestar Familiar.

La alimentación adecuada evita problemas como el sobrepeso y obesidad, lo que genera más riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares y respiratorias, diabetes o hipertensión, o más probabilidades de problemas emocionales como depresión, ansiedad, estrés y baja autoestima.

Finalmente, la UNICEF asegura que las comidas en familia son clave para relacionarse con los alimentos y determinarán sus hábitos en la adultez. La comida casera proporciona decisiones sobre los ingredientes, formas de cocción, control de la cantidad de sal, azúcar y grasas, conocimiento de las consecuencias del uso de colorantes y conservantes, y las alternativas saludables.