En el marco de Ley 1998 del 14 de noviembre de 2019, en donde se declara el 17 de enero de cada año como el Día del Estudiante de Policía, honrando públicamente la memoria de los estudiantes fallecidos y las víctimas de este lamentable hecho, la Policía Nacional de Colombia en coordinación con la Unidad Policial para la Edificación de la Paz y la Escuela de cadetes Francisco de Paula Santander, realizan cada año un evento eucarístico y rinden un homenaje a los 22 cadetes que fallecieron en este fatídico hecho, jóvenes que dejaron huellas en sus compañeros.
El país levantó su voz para expresar el cariño, apoyo y respaldo a los héroes, a las familias que no vieron hecho realidad el sueño de sus hijos, ni los hijos que no pudieron ver el orgullo de sus padres y el agradecimiento de su patria.
Pero ni la tragedia, la agresión y ni la violencia pudo quebrantar la voluntad de los estudiantes que continuaron en formación, los jóvenes compañeros de quienes perdieron la vida, ni de los que desde los territorios compartían el sueño de formarse para servir a Colombia.
Miles de jóvenes, quienes a su corta edad y siendo testigos de un hecho sin explicación, les hizo retroceder o retirarse de su proceso de formación y, por el contrario, decidieron corresponder al apoyo, el reconocimiento y afecto de todo el país y de la comunidad internacional.
Y continuando su proceso de formación, le dieron el más alto ejemplo de compromiso y valentía a la sociedad al mantener firme su compromiso de servir a la patria y de cuidar de la vida y la seguridad de los colombianos.
A las 22 cadetes: Daniel Campaña Huertas, Diego Alejandro Molina Peláez, Alan Paul Bayona Barreto, Diego Fernando Martínez Galvis, Cristhian Fabián González Portilla, Fernando Alonso Iriarte Agresot, Jonatan León Torres, Juan Felipe Manjarrés Contreras, Oscar Javier Saavedra Camacho, Yhonatan Efraín Suescun García, Erika Sofía Chico Vallejo, Juan Esteban Marulanda Orozco, César Alberto Ojeda Gómez, Juan David Rodas Agudelo, Luis Alfonso Mosquera Murillo, Diego Alejandro Pérez Alarcón e Iván René Muñoz Parra.
A sus familias, les decimos que su sacrificio no fue en vano, que cada actuación de policía y la acción decidida de derrotar la maldad tiene impreso honrar su memoria y su inspiradora ofrenda siempre allanará el camino para que las generaciones enteras de policías mantengamos el compromiso de quebrantar todo propósito criminal.
Como se mencionó en ese entonces, “Por siempre serán semillas fértiles en la esforzada labor de servicio y entrega de los policías que, sin importar la ofrenda de su propia existencia, engrandecen el alma de nuestro país”.
