El actuar criminal de este sujeto se enmarca en el tráfico marítimo internacional de drogas, donde su papel como experimentado conductor de lanchas rápidas le permitía utilizar rutas desde el puerto de Buenaventura hacia el Pacífico Central, en embarcaciones tipo Go Fast, con destino a Centroamérica para luego ser enviadas a México y Estados Unidos.
La Policía Nacional de Colombia, a través de la Oficina Central Nacional (OCN) INTERPOL, en el marco de las actividades operacionales del Bloque de Búsqueda en Buenaventura, logró la retención de un ciudadano colombiano de 59 años, requerido por las autoridades judiciales de El Salvador mediante Notificación Roja por el delito de tráfico ilícito de estupefacientes.
Según el proceso judicial en su contra, este individuo había sido capturado junto a otras personas en marzo de 2006, luego de que una de las dos lanchas en las que se transportaban naufragara en alta mar.
Las llamadas "narcolanchas", equipadas con dos motores, habrían salido del puerto de Buenaventura con tres tripulantes en cada embarcación encargados de custodiar la carga ilegal. Se cree que esperaban en alta mar a otra embarcación entre las costas de El Salvador y Guatemala para trasegar la droga, pero al detectar un avión de vigilancia, intentaron huir hasta desembarcar en el puerto El Zapote, ubicado a unos 110 kilómetros al suroeste de la capital salvadoreña y cerca de la frontera con Guatemala.
Este hombre, valiéndose de sus habilidades como lanchero y pescador, habría sacado del país por vía marítima más de tres toneladas de estupefacientes mensuales con destino a Estados Unidos y México, donde su valor comercial se multiplica debido al cambio de moneda.
La retención fue posible gracias al intercambio de información en tiempo real con la OCN INTERPOL de El Salvador, así como a labores de verificación en terreno, análisis especializado y administración de fuentes humanas, lo que permitió ubicar y ejecutar la acción judicial en esta zona del Pacífico colombiano.
El retenido fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, a la espera de la documentación correspondiente por vía diplomática para expedir la orden de captura con fines de extradición en un plazo máximo de cinco días hábiles.
Con este importante resultado, la Policía Nacional reafirma su compromiso en la lucha contra la delincuencia transnacional, fortaleciendo los mecanismos de cooperación internacional para garantizar justicia y proteger los derechos de las víctimas.