La constante mutación del crimen organizado obliga a las sociedades a innovar para prevenirlo y contrarrestarlo. Por eso, una de las líneas estratégicas del proceso de Modernización y Transformación Institucional (MTI) de la Policía Nacional de todos los colombianos señala que es fundamental actuar con mayor contundencia contra el delito en todas sus modalidades.
Ante la transformación de estos fenómenos y para responder a los retos del posconflicto y a las exigencias de un país en proceso de normalización, la Policía Nacional, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, creó el Sistema Nacional de Lucha contra el Crimen Organizado, el cual, bajo un enfoque sistémico, busca la articulación, coordinación y complementariedad interinstitucional e interagencial para afectar integralmente el sistema criminal sobre el cual gravitan las organizaciones delictivas.
Para consolidar este Sistema, las dos instituciones implementaron una hoja de ruta, que contempla 10 planes especiales de acción y 300 tareas con enfoque local y diferencial, a través del rediseño del Análisis Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana (AISEC).
El Sistema cuenta con un nuevo Modelo de Gestión y Planeación Operacional del Servicio de Policía y una nueva metodología de Direccionamiento Integral Operacional para la Reducción del Delito (DIORE), como estrategia para reducir el delito y la disrupción del crimen, fortaleciendo la investigación criminal y en plena articulación con las ocho Regiones de Policía.
Con la creación de este Sistema, la Policía Nacional definió un nuevo enfoque investigativo y modelo operacional para profundizar sobre el comportamiento de las estructuras criminales en el país: su identificación, conformación, modus operandi, zonas de influencia y actividades de financiamiento ilícito y lavado de activos, con lo cual es posible optimizar la planeación operativa y la toma de decisiones frente a la dinámica del crimen organizado a nivel nacional, regional y local.
Este nuevo enfoque implica evolucionar del desarrollo de procesos investigativos aislados frente a los diferentes fenómenos delincuenciales, para dar paso a un trabajo coordinado en torno a las estructuras criminales. En este sentido, la reestructuración de las estrategias operativas del servicio será fundamental, contemplando el análisis de posibles escenarios de criminalidad que orienten y le permitan actuar a la Institución de manera proactiva frente al crimen organizado, en consonancia con la dinámica de los fenómenos criminales y los cambios en la actividad de las organizaciones vinculadas a los mismos, permitiendo, a su vez, asesorar el diseño y ejecución de la política criminal para perseguirlas y desarticularlas.
A través de este Sistema, la Policía Nacional contribuirá al fortalecimiento de la administración de justicia desde una perspectiva integral, eficiente, eficaz y focalizada en todo el territorio nacional. Todo ello gracias a la adquisición y ampliación de sus capacidades tecnológicas y técnicas para la recolección, el procesamiento, el análisis, la administración y la difusión de la información, el desarrollo operacional bajo un enfoque de priorización y diferencial, además del fortalecimiento de las competencias y la especialización del personal policial responsable de combatirlo.
Su consolidación, en coordinación con la Fiscalía y nuestras Fuerzas Militares, se traducirá en más acciones integrales contra estas estructuras criminales; eliminación de focos territoriales de incidencia; reducción de la oferta de estupefacientes, tanto para la comunidad internacional, como para el consumo local; disminución en el homicidio y en los delitos de mayor impacto; protección de las comunidades vulnerables y del medio ambiente, y prevención de la reincidencia criminal, lo que permitirá un incremento en la inversión y el desarrollo social en las zonas que históricamente han sido enclaves de actividades criminales; fortalecimiento de la institucionalidad y de la gestión territorial de la seguridad, y el mejoramiento de las condiciones de seguridad y convivencia ciudadana, para contribuir a consolidar una paz estable y duradera.
Este Sistema ha sido adaptado a las directrices que en materia de seguridad dictó el presidente de la República, Iván Duque Márquez, y el ministro de Defensa, Guillermo Botero Nieto, que incluyen fortalecer las operaciones ‘Agamenón II’, ‘Esparta’, ‘Zeus’ y ‘Atlas’, para desmantelar las estructuras urbanas del Eln, capturar o neutralizar cabecillas del crimen organizado y desarticular redes criminales y economías ilícitas, para normalizar las condiciones de seguridad y convivencia en el territorio nacional.
“La orden es la desmovilización o entrega individual, si no su captura o, en última instancia, ojalá no fuera necesario, su neutralización. Todo en el marco del respeto a los instrumentos internacionales de derechos humanos. La fuerza es legítima solo cuando en su ejercicio se respeta rigurosamente la Constitución y los derechos y la dignidad de la persona humana”, dice el ministro Botero.